Lo que son las cosas

Este post me lo inspiró la belleza que me mastica el cerebro, como la bautizó El Loco. No esperen leer nada que no tenga almíbar aquí, están advertidos

Lo que son las cosas, de pana…

Hoy, hace exactamente un año, yo estaba así por alguien que no valía la pena. Eso pasa: uno se enamora, se ilusiona todo y, cuando la cosa acaba, la devastación es terrible. Te deprimes, te echas a llorar, reniegas, te preguntas qué pudiste haber cambiado, qué hiciste mal, qué no repetirías... cuando las relaciones terminan, tu cabeza hierve de preguntas; se te forma un cargo de conciencia bestial y crees que la relación falla sólo porque tú fallaste.

Se te olvida que en una relación hay dos personas participando. Son dos los que tienen aciertos, son dos los que ponen de su parte. Son dos los que tienen fallas. O, a veces, es uno el que falla pero no tienes por qué ser tú. Yo cometí mis fallas, obvio. Pero ella también. Llegó un punto en el que me sentía pésimo sin ella, pero me sentía peor aún en su compañía.

Así que nada, a calarse la depresión. Larga, anegada en llanto y llena de recriminaciones personales. Me refugié en mi blog, me puse a escribir en él como loco. De hecho, este blog despegó a raíz de esa ruptura, así que no hay mal que por bien no venga. Briznas de Paja comenzó como una terapia y pasó a ser el vehículo de muchas experiencias gratas.

Todo tiene su final y salí de ese foso. Me dediqué a disfrutar mi vida, mis panas y mis estudios. Pasé por mi octavo semestre y sobreviví a una sarta de profes nazis que me querían clavar. Muéranse todos, perros (No, mentira. A pesar de lo ratas que fueron, son tremendas personas). Seguí escribiendo en el blog. Apareció el concurso del Papito Bloguero, me metieron en él, me reí a carcajadas de los comentarios que las blogueras dejaban en las fotos de los concursantes y me hice amigo de otras personas que escriben blogs. Algo tan sencillo como eso me tenía deparada una sorpresa inolvidable.

Por ese concurso conocí a alguien. Alguien cuyo blog ya había leído antes, sin demasiada atención. Una chica con una cara muy linda, y una forma ligera y entretenida de postear. Cuando salió el cuestionario que Khabiria preparó para los concursantes, una de las preguntas solicitaba elegir a siete blogueras para seducir. Escogí a esta persona pero se me ocurrió decir que le echaría plomo feliz de la vida. A estas alturas no sé de dónde saqué esa frase. Lo que sí sé es que la receptora del plomo leyó aquello y también le llamó la atención.

Así la cosa, ahí empezamos a chatear. Todos los días, desde mi trabajo, abría mi msn y me echaba mis guindes con ella, siempre y cuando nuestros trabajos nos lo permitían. Así, el jueguito del plomo dio paso a una amistad muy bonita, llena de carcajadas y en la que no faltaba la química.

Nos vimos por primera vez en persona, en agosto. El flechazo fue instantáneo pero ninguno de los dos quiso que el otro se diera cuenta en ese momento. Seguimos conversando y gradualmente se fue instalando otro tipo de sentimiento entre los dos.

Nos vimos una vez más y el saludo no fue un “Hola” sino un abrazo como hacía meses no me daban uno. Todo ese día anduvimos agarrados de la mano, mirándonos, hablando y riéndonos. Estuvimos acompañados de otros blogueros que veían venir la cosa mucho antes que nosotros nos diéramos cuenta.

Las sesiones de chat se hicieron más sentidas. Ya era obvio que estábamos muy involucrados el uno con el otro. Y así estábamos hasta que llegó el blogstock de Barquisimeto, el 7 de octubre.

Ese día hubo tremenda luna llena. El escenario perfecto para pedirle a esa chica que fuera mi novia. Su cara se transformó de modo espectacular, aceptó y nos enredamos en uno de esos abrazos que parecen eternos. Ahí dejó de existir el entorno. No importaba nada que no fuéramos nosotros, felices y dando inicio a una linda relación con un abrazo.

Desde entonces, la situación se ha devanado sin accidentes en los escasos dos meses que llevamos juntos. Ninguna relación es fácil y ésta no es la excepción, todas tienen algún handicap. El nuestro es la distancia, con la que hemos sabido lidiar muy bien. Tan bien, que en serio no se nota. Nos seguimos viendo cuando se puede y nunca faltan las llamadas ni los correos que te suben el ánimo cuando más falta te hace.

Hablando de distancia, hoy me la pasé por la faja. Es un día muy especial para ambos. Para mí, porque ya cerré un ciclo que se manifestó en el post del 22/12/05. Ese muerto está enterrado, hay alguien que está conmigo, que se deja querer y me hace feliz sólo con su sonrisa.

Para ella, este día también es especial: está cumpliendo años y lo celebramos juntos. Juntos y rodeados de un bojote de panas blogueros. Feliz cumpleaños, cielo. Te amo.