Mi primera promesa para este año

Adviértoles: este post no tiene nada, lo que se dice NADA de profundo. Siempre he visto los blogs como diarios que son leídos por terceros. ¡O sea que uno no está obligado todo el tiempo a lucirse con lo que escribe, jejeje! Cuando empiece a lucirme así, será hora de que me den mi buen Pulitzer y para eso falta ufffff! Valga la acotación para que sepan que se avecina una señora avalancha de paja. ¿La aceptáis? Chévere. Arrellánense porque voy a echarles el cuento de uno de mis vicios. Esto va a ser muuuuuuuuuuuy largo, así que hagan pipí primero.

Cuando dije en mi post anterior que no había hecho lista de metas por cumplir de aquí a mi próximo cumpleaños, se me olvidó hablar del vicio más bestia que tengo: el Scrabble. Para los que no lo conocen, les echo rápidamente el cuento de lo que es este juego de mesa y cómo fue creado.

El Scrabble permite un máximo de cuatro jugadores por cada partida. Se juega con un tablero de forma cuadrada, subdividido en quince casillas por lado. Los jugadores disponen de una bolsa con 100 fichas, de las cuales 98 tienen una letra impresa y un subíndice. Las otras dos fichas están en blanco: son comodines. El objetivo es formar palabras con esas fichas de manera que el jugador obtenga la mayor cantidad posible de puntos en cada jugada. Hay letras cuya frecuencia de aparición dentro de la bolsa es muy baja y por lo tanto, valen más puntos.

Les explico con un ejemplo: El jugador que sale primero, agarra 7 fichas de la bolsa y las acomoda en una especie de atril plástico, sin dejar que su(s) oponente(s) las vean. Las mueve y encuentra una palabra qué jugar y la coloca. Esa palabra resulta ser BAZO. ¿Cómo se computa el valor de esa jugada?

Se suman los puntos de cada una de las letras. Adicional a eso, por ser la primera jugada de la partida, esa sumatoria es multiplicada por dos. Así tenemos lo siguiente: La B vale más o menos: 3 puntos. La A, 1 punto. La Z es la letra más valiosa de todo el juego pues vale 10 puntos. Y la O vale otro punto. Así tenemos 3+1+10+1=15. Multiplicado por dos, da 30. Una jugada bastante buena.

Ese puntaje es anotado por todos los jugadores, previa revisión de la sumatoria. Luego, es el turno del siguiente jugador, que tiene que apoyarse en alguna de las letras colocadas por su predecesor. Hace su jugada, cuenta el puntaje total, se hacen las anotaciones y así la partida va transcurriendo.

Hay detalles a ser considerados: en el tablero hay casillas especiales que "premian" una jugada en particular. Así, las casillas rosadas y rojas duplican o triplican el valor de la jugada. Las casillas azul claro y azul oscuro duplican o triplican el valor de la ficha que se coloque encima. Un jugador avezado es capaz de sacar el máximo provecho del tablero y desarrollar estrategias que le permiten sacar unos puntajes tremendos y simultáneamente bloquear espacios de juego a sus contrincantes. Sobra decir que las probabilidades de ganar son más altas en la medida que tu vocabulario es más amplio. Al finalizar la partida, el tablero se parece mucho a un crucigrama.

Este juego fue creado en plena depresión de los '30 por un arquitecto desempleado, Alfred Butts. En las primeras versiones del juego, no existía el tablero. Simplemente cada jugador formaba su palabra y hacía la correspondiente anotación de la suma. En ese entonces, igual que ahora, las letras más inusuales eran las más valiosas. Butts calculó la frecuencia de aparición de cada letra después de analizar rigurosamente las portadas del New York Times.

Hacia 1938 introdujo el tablero cuadriculado y fabricó varios juegos a mano, ayudado de sus herramientas de arquitecto. Muchos de esos juegos los vendió o regaló a sus amigos. Incluso en 1933 había solicitado una patente para su creación, la cual fue denegada. Para ese entonces, el juego se llamaba "Lexico" y no tenía éxito comercial.

Con la introducción del tablero cuadriculado, el juego fue rebautizado como "Criss-Crossword" pero aún seguía sin despegar como producto comercialmente rentable. Alfred Butts no era hombre de ventas. Retomó su trabajo de arquitecto y posteriormente, en 1948, abandonó por completo el desarrollo de su juego.

Uno de sus amigos, James Brunot, había recibido una de las primeras copias hechas a mano y veía un enorme potencial comercial en el juego. Él y su esposa simplificaron las reglas e idearon la figura de las casillas con premio. Le dieron el nombre de "Scrabble" ("garabato" en inglés) a la nueva versión y solicitaron los derechos de autor (Copyright). El 1 de diciembre de 1948 se los concedieron.

Brunot y Butts acordaron que por cada juego vendido, Butts recibiría unas regalías por ser el creador de la versión original. Así se dio inicio al Scrabble tal como se conoce hoy.

Inicialmente las ventas sólo arrojaron pérdidas. James Brunot y su esposa hacían los juegos a mano y por lo mismo, la producción era demasiado baja. Pero hacia 1952 las ventas se dispararon, pues la publicidad de boca en boca favorecía al juego. Aparte, en ese año el presidente de la cadena Macy's de New York aprendió a jugar Scrabble y se entusiasmó tanto con el juego que ordenó a su Departamento de Juegos que le mandaran varias unidades. Pueden imaginarse la magnitud de la arre... que el hombre agarró cuando le dijeron que en Macy's el Scrabble no estaba en venta.

Para 1953 la demanda semanal del juego ascendía a 6000 unidades. Demasiadas para que Brunot pudiera satisfacerlas solo, así que cedió la licencia de fabricación a una compañía de juegos líder en Estados Unidos... que al principio había rechazado el juego hacía varios años. También en 1953, el juego fue lanzado en Australia y el Reino Unido, donde la fiebre fue imparable desde el principio.

Actualmente se celebran varios campeonatos mundiales de este juego en diversos idiomas. El primero de ellos se celebró en Londres, en 1991. Alfred Butts alcanzó a ver ese campeonato. James Brunot no: falleció en 1984.

Alfred Butts murió en 1993. Tuvo la suerte de ver su creación convertida en todo un fenómeno mundial. Mel Gibson, la reina Isabel, Keanu Reeves y Robbie Williams son algunos famosos jugadores empedernidos de Scrabble.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver eso conmigo?

Yo juego Scrabble desde hace unos 5 años. Me he obsesionado con el juego, he estudiado palabras nuevas y los esfuerzos rindieron sus frutos: por 2 años seguidos fui campeón nacional universitario. Cuando iba a competir por tercera vez me dijeron que no, que estaba loco, que diera chance a los demás, jejeje! Así que me metí en las eliminatorias nacionales. Aquí sí la cosa se me complicó porque no he podido ganar ni figurar entre los primeros puestos.

Todos los años se hacen eliminatorias regionales donde se eligen a los mejores de cada zona del país. Oriente, occidente, el Zulia y la región capital escogen a sus representantes, que luego se fajarán como los buenos en el campeonato nacional, que se celebra en Caracas durante todo un fin de semana.

De ese campeonato salen 6 jugadores, los más bestias, que representan a Venezuela en el torneo mundial en español que se lleva a cabo todos los años. El año pasado la contienda fue cerca de Barcelona, España. El primer lugar se lo llevó un español, todo un as en eso de la construcción de palabras. Venezuela tiene 2 campeones mundiales en español, ¿qué tal?

¡Así que mi promesa es fajarme como un desgraciado este año estudiando y afinando mis tácticas de juego para ver cuántos traseros soy capaz de patear, jejeje! Ya les contaré qué tal me va.

Antes de que se me olvide: Caracas cuenta con varios clubes de Scrabble, donde los aficionados al juego se reúnen, juegan e intercambian conocimientos. Si alguno de los lectores de esto está interesado, me lo puede decir y yo le daría las referencias para entrar a este mundo. Créanme cuando les digo que es un juego muy bonito que, además, les deja bastante.

Comentarios

Ella dijo…
Uao!, hay que ver todo lo que se esconde detrás de un juego que cualquiera vería como un simple pasatiempo en una reunión con sus amigos un domingo en la tarde. Desde hace tiempo me llama la atención el scrabble, sobre todo porque implica tener una gran agilidad mental, y por supuesto rapidez. Ahora, con lo que cuentas, mis expectativas son mayores y creo que cuando tenga un tiempito me voy a aventurar en eso de aprenderlo. A ver si te contrato como maestro...jajaja.
Saludos. Mary.
Barquisimetana dijo…
Thank's a lot por tus palabras. La verdad que cuando las cosas se piensan en frío tienes razón pero es muy dificil ser objetivo muchas veces, porque los sentimientos salen a flote y uno no puede ocultarlos... Pero se hace la lucha. Y la verdad lo del job no es tan traumatico, estoy muy tranquila con la decisión que tomé.
Any dijo…
a mi tb me encanta el scrabble =p
La mae nairo dijo…
Me encantó lo que lei, por aqui una carajita que le gusta y lo juega...pero no también como tu.


Besillos guaros

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