Murphy aplicado al despecho

Hasta hace cinco meses tuve novia. Una relación muy hermosa e intensa que se acabó, entre otras razones, porque era a distancia. Ella vive en Barquisimeto y yo, en Caracas. No teníamos dinero suficiente para vernos con la frecuencia que hubiéramos deseado y es mentira que al amor lo aguanta todo. Una relación mantenida a punta de mensajes de texto exige un contacto mucho más cercano y frecuente a la larga. Al final, la separación fue dolorosa y el silencio que le siguió, tan súbito que parecía que cada uno hubiera muerto para el otro.

Eso pasó en junio. Yo, que amaba y amo aún a mi ex, afronté mi inesperada soltería lo mejor que pude y pensaba que había pasado esa página... hasta ayer.

4:40 p.m. Estoy metido en un metrobús que avanza a 30 metros/hora cuando suena mi cel. El número no es conocido pero veo que el código de área es de Lara. Se activa el alerta roja en mi cabeza y respondo. El sonido es malo pero alcanzo a distinguir una voz femenina que me saluda "Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, cómo estássss??". No sé de quién es la voz y digo "Buenas tardes. ¿Quién es?"

—¿No me reconoces?
—Eeeh... no.
—¿Pero cómo que no, chico? Anda, vale, haz el esfuerzo.
—Disculpa, pero por teléfono soy muy malo reconociendo voces. ¿Quién es?
—(Me dice su nombre)
—¡¡¡Aaah, hola!!! ¿Cómo estás, qué me cuentas? (¿Por qué rayos se me tiene que acelerar el pulso así?)

El guinde duró algo más de 20 minutos. No supe qué decir y ahorita de verdad tampoco sé qué sacar en claro de esa llamada. Ella me dijo haber soñado que algo me pasaba, que sufría un accidente de tránsito con mi papá y, asustada, me llamó por eso. Sus sueños suelen carácter premonitorio casi siempre. Tras constatar que estoy físicamente bien y entero, cotorreamos un buen rato pero fue una de esas conversas donde se dice de todo pero queda el vacío y donde hubo unos cuantos silencios incómodos, cosa que jamás nos había pasado mientras estuvimos juntos.

¿Conclusión? Ninguna, excepto lo obvio: cinco meses no bastan para olvidarte de alguien con quien sostuviste una relación tan intensa. Como dice Arjona, "No se acaba el amor sólo porque no estés". Aún la amo y asumo el barranco tanto por el guayabo gigantesco como por lo ridículo que me siento. ¿Qué hace uno?

Comentarios

La mae nairo dijo…
Deja que te duela.... así es como desaparece.....

Reponte de esta y dale vuelta a la pagina y empiez a escribir cosas hermosa....

Besillos la mae.-

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