De todo un poco (II)
Pasó. El viaducto terminó por desplomarse por la presión de la montaña. Un estudiante de comunicación social que pasaba por ahí vio cuando la estructura cedió y aprovechó que tenía a mano su Olimpus para fotografiar el instante exacto del colapso del puente. ¿Respuesta oficial? ¡Aplausooooooooooos, bieeeeeeeeeeeeeen! ¡Se cayó, qué bueno! Nos ahorramos unos cuantos kilitos de C4, vale. Es que hasta en eso se vio lo bueno que era el puentecito, chico.
Si acaso hacía falta una prueba más del idiotismo de nuestros líderes, la obtuvimos el domingo cuando el excelentísimo macaco prorrumpió en aplausos al conocer la caída del viaducto 1. Dijo algo así como "Ha muerto el viaducto, descanse en paz, señor viaducto", para luego rematar con un "¡Que viva la vía de contingencia!". No vi el Aló Presidente donde se dijeron esas barbaridades pero sí vi los extractos. Y yo creía que no se podía ser más mediocre...
-=<>=-
Tolerancia, paz y libertad. Estos fueron los términos usados para describir el clima que se respiró el domingo pasado durante la sesión fotográfica hecha por Spencer Tunick, célebre fotógrafo de colectividades desnudas, en Caracas. La gente que participó en el evento —unas 1500 personas— cuenta que la tranquilidad y la alegría reinaron durante el tiempo que duró el trabajo del fotógrafo en la avenida Bolívar. Muchos asistentes se pusieron a hacer cabriolas, se paraban de manos, corrían, pegaban saltos y hacían las típicas gracias que un venezolano hace en situaciones así. El buen humor y la camaradería estuvieron presentes todo el tiempo, según se cuenta. Y ojo, cero connotaciones sexuales o chistecitos desagradables. Total, una Venezuela distinta pero posible. Todo a partir de una simple sesión colectiva de fotos. O sea que sí se puede, después de todo.
-=<>=-
Dos chinazos
Número uno: mi amiga CM estaba comprándose un pastelito y la estábamos acompañando unos amigos. Pagó y se lo dieron, empacado en su correspondiente bolsa de papel. Ella, que es toda tierna y zanahoria, se untó los dedos con la grasa del pastelito y se los chupó. Yo me la quedé mirando con cara de sádico/echador de broma. Ella se dio cuenta y se cohibió. Nada anormal hasta aquí. Una chica apenada por un gesto involuntario que fue malinterpretado por un mamador de gallo.
Lo bueno vino después: CM se iba a comer su pastelito y no pensó antes de decir:
—Déjame agarrarlo bien porque si no, me va a tocar chuparme los dedos otra vez.
¡¡¡TOINGGGGGGGGGGGGGG!!!
Número dos: protagonizado también por CM. Estamos ella, una amiga y yo en la biblioteca copiando un libro. CM está entretenida oyendo música a través de un reproductor de MP3 pero en un momento dado, se quita los audífonos y al querer ponérselos otra vez se enredó toda. Los audífonos son de un modelo que tiene un plástico que va por detrás de la oreja para que queden más asegurados. CM al final se obstinó y soltó:
—¡¿Por qué esto no es sólo de agarrarlo, meterlo y ya, vale?!
Si acaso hacía falta una prueba más del idiotismo de nuestros líderes, la obtuvimos el domingo cuando el excelentísimo macaco prorrumpió en aplausos al conocer la caída del viaducto 1. Dijo algo así como "Ha muerto el viaducto, descanse en paz, señor viaducto", para luego rematar con un "¡Que viva la vía de contingencia!". No vi el Aló Presidente donde se dijeron esas barbaridades pero sí vi los extractos. Y yo creía que no se podía ser más mediocre...
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Tolerancia, paz y libertad. Estos fueron los términos usados para describir el clima que se respiró el domingo pasado durante la sesión fotográfica hecha por Spencer Tunick, célebre fotógrafo de colectividades desnudas, en Caracas. La gente que participó en el evento —unas 1500 personas— cuenta que la tranquilidad y la alegría reinaron durante el tiempo que duró el trabajo del fotógrafo en la avenida Bolívar. Muchos asistentes se pusieron a hacer cabriolas, se paraban de manos, corrían, pegaban saltos y hacían las típicas gracias que un venezolano hace en situaciones así. El buen humor y la camaradería estuvieron presentes todo el tiempo, según se cuenta. Y ojo, cero connotaciones sexuales o chistecitos desagradables. Total, una Venezuela distinta pero posible. Todo a partir de una simple sesión colectiva de fotos. O sea que sí se puede, después de todo.
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Dos chinazos
Número uno: mi amiga CM estaba comprándose un pastelito y la estábamos acompañando unos amigos. Pagó y se lo dieron, empacado en su correspondiente bolsa de papel. Ella, que es toda tierna y zanahoria, se untó los dedos con la grasa del pastelito y se los chupó. Yo me la quedé mirando con cara de sádico/echador de broma. Ella se dio cuenta y se cohibió. Nada anormal hasta aquí. Una chica apenada por un gesto involuntario que fue malinterpretado por un mamador de gallo.
Lo bueno vino después: CM se iba a comer su pastelito y no pensó antes de decir:
—Déjame agarrarlo bien porque si no, me va a tocar chuparme los dedos otra vez.
¡¡¡TOINGGGGGGGGGGGGGG!!!
Número dos: protagonizado también por CM. Estamos ella, una amiga y yo en la biblioteca copiando un libro. CM está entretenida oyendo música a través de un reproductor de MP3 pero en un momento dado, se quita los audífonos y al querer ponérselos otra vez se enredó toda. Los audífonos son de un modelo que tiene un plástico que va por detrás de la oreja para que queden más asegurados. CM al final se obstinó y soltó:
—¡¿Por qué esto no es sólo de agarrarlo, meterlo y ya, vale?!
Comentarios
Por otra parte, y ésta sí menos formal, qué te puedo decir de tu amiga CM...jajaja de verdad muy zanahoria, aunque no podemos negar que la mentecita que abriga tu humanidad busca la mínima ocasión, comportamiento y/o/u comentario para soltar un chinazo. De verdad espero que tu amiga se ponga las pilas y aprenda, para ver si un día logra dejarte en el sitio. Suerte CM, jajaja.
Un besote, y sigue adelante!!