¡A tomar fotos se ha dicho!

Estoy inmerso por estos días en un reportaje fotográfico que nos encargó nuestra profesora de Fotografía Periodística. Teníamos libertad de elegir nuestros temas (parece mentira pero un reportaje fotográfico sólo tiene sentido si el fotógrafo sabe de antemano qué quiere captar) y yo me fui por el lado de los restaurantes, comederos, tragaderos y taguaras. Así que he fotografiado carritos de perros calientes (léase asquerositos), una que otra arepera y un par de restaurantes de los que tienen mesas al aire libre. De paso, he podido conocer algo del trabajo del fotógrafo y me he tenido que calar mis buenos "No, chamo, no nos tomes fotos". La paranoia de la gente por estos días no es normal, hasta una piche foto levanta suspicacias y preguntan si van a ser publicadas o qué, y hasta para quién trabajo. Más de una vez me ha provocado decir que soy un infiltrado del MVR y estoy levantando un minicenso gráfico pero me da cosa, jejeje!

Una vez que les digo que las fotos son para una asignación de la universidad y que no van a ser publicadas, la gente se calma. Y un par de personas hasta me reconocieron de la tele (me fui de safrisco y acompañé a un pana en Quién Quiere Ser Millonario, para variar) y no se resistieron a que les tomara la foto. Las experiencias hasta ahora han sido más buenas que malas y las fotos, para ser de un aficionado, no están tan mal. Cuando termine el semestre, si tengo chance, publicaré por acá el portafolio resultante. Ya veremos. ¡Feliz Navidad!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¡Hola!

En el restaurante

Nuestro ciclo