Morseo total

(Bostezo de caimán) Me despierto como a las 6:45 a.m. No tengo clase los viernes y en condiciones normales me quedo en cama hasta las 11 y pico, así de flojo soy. Aparte, estoy quemando los últimos cartuchos de mi vida de estudiante. O sea que mientras puedo, morseo.

A esa hora le mando un SMS a un pana con el que quedé de ayudarlo en unas fotos que necesita tomar para una materia que vemos juntos en la UCAB. Amanece bien nublado y le digo que estoy tentado de quedarme en cama pero igual voy a esperar a ver si esto aclara. Me contesta que va a esperar 15 minutos. Tenemos que tomar esas fotos y el sol es nuestro enemigo por su ausencia.

7:05. Un SMS de mi pana: "Coño, quiero salir YA de esas fotos!!!!!" El tiempo pasa y las nubes están inmóviles, igual que la impotencia por un lado, y las ganas de seguir morseando.

7:15. Recibo otro SMS. "Qué va. La naturaleza está en contra nuestra. Quédate en cama, viejo. Mañana será otro día." Teníamos que irnos temprano porque él había cuadrado con una amiga de la universidad para que posara. La chama es realmente preciosa, lo suficiente como para ser modelo y ser novel actriz en RCTV. Él la llamó, se excusó con ella y le dijo que nada, partido y sesión suspendidos por nubes negras y a ver cuándo cuadraban, que el sol no echara varilla. Me echo en mi cama. Resucito a las 11:30 a.m. ¡Dios, qué morsa soy a veces! Eso también es pecado, jejeje!

3:30 p.m. Estoy en las escaleras mecánicas de la estación Capitolio. Parte de la asignación que nos puso nuestra profe de fotografía es recoger imágenes iconográficas de Caracas. Pero OJO —nos dice—: nada de tomar fotos de esas clásicas, trilladas. Así que me monto en las escaleras justo en el momento en que un alud de gente acaba de bajar del tren y suben por las escaleras fijas y mecánicas. Ahí justo hago clic. Ya veremos cómo queda la foto pero el pálpito es muy bueno. Y la foto es en blanco y negro. O sea! Si sale bien, la publicaré aquí. See you soon.

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