Luna llena

Según algunos estudios científicos —unos más serios que otros—, hay personas cuyo comportamiento se hace agresivo en noches de luna llena. Quizá esto obedezca, más que otra cosa, a la influencia del cine con sus películas de vampiros y hombres lobo. Se dice que en las noches de luna llena aumentan los suicidios y también que los enfermos mentales se alteran más cuando la luna brilla completa. Según eso, yo debo tener algo de lunático: a mí la luna llena me relaja.

Anoche me quedé dormido en la cama de mi mamá mientras veía televisión. Caí como un tronco, ya ni me acuerdo a qué hora. Lo que sí sé es que a las 2 a.m. me desperté y me fui a mi cama. A oscuras, cubrí la distancia entre el cuarto de mi mamá y el mío, que estaba iluminado por una espectral luz. No lo recordaba, pero había dejado abierta la cortina y la luz de la luna lo bañaba todo a esa hora.

Me asomé. El cielo estaba despejado, no había una sola nube. Hacía tiempo que no lo veía así de limpio. Y en lo más alto, la luna.

Me quedé hipnotizado por unos cuantos segundos. Ahí estaba, redonda, perfecta, serena. Hacía algo de frío, pero era tolerable. Todo alrededor tenía un brillo argénteo, fantasmal, casi etéreo. Reinaba un silencio casi palpable. Ni siquiera los murciélagos revoloteaban a esa hora, ni chillaban para orientarse en su vuelo. No soplaba la más mínima brisa. Todo parecía haberse detenido para admirar —como yo lo estaba haciendo— el brillo del disco lunar, al que no lo tapaba una sola nube. Lo único que sonaba a esa hora era el ronroneo del ventilador de mi cuarto.

Eché una mirada a los edificios que están al lado del mío. Había muy pocas luces encendidas a esa hora. Mientras todo el mundo le daba descanso a su cuerpo, yo se lo daba a mi espíritu gracias al brillo de la luna. Respiré profundo varias veces y dejé que mi cuerpo se relajara cada vez más. Así duré algo más de media hora. Veía la luna, echaba un vistazo al paisaje y mis ojos se iban imantados otra vez al satélite. Con cada respiración, me daba cuenta de lo tranquilo y feliz que estaba.

Veo el reloj de mi cel. Llevo una hora exacta pegado a mi ventana viendo la luna y ahora sí siento que el sueño me gana la partida. Sin embargo, no quiero irme a la cama sin echarle una última mirada a la luna. No me he dado cuenta de que hay una sonrisa de oreja a oreja en mi cara. La parte racional de mí me recuerda que tengo un informe que entregar esta semana, que dentro de poco debemos entregar un manual de estilo, un reportaje y el proyecto de grado. ¡Bah, qué carajo! Este rato me lo regalé y nadie me lo va a poder quitar. Me hizo muchísimo bien quedarme mirando la luna todo este tiempo. Fue la hora mejor invertida de esta semana porque me la dediqué a mí.

"¿Lunático? No sé y realmente me importa un comino si lo soy", pienso una vez que me he metido en la cama. Estoy feliz, tranquilo, en paz. No tenía ni idea de la falta que me hacía dedicar un poco de tiempo a algo tan simple como contemplar la luna llena en una noche despejada. Mañana será otro día.

Comentarios

Ok... EEEEL fume... Y sin embargo, viejo, me recordarste lo fácil que olvidamos (ahí tiene que haber un eror de redacción) cómo regalarnos un momentico para nosotros cada día puede hacer un mundo de diferencias. Gracias por eso, men.kw
Khabiria dijo…
Que rico hacerse un espacio para uno mismo y regalarte una hora de sonrisa contemplando la luna caraqueña....Sin el mundial, sin informes, ni anteproyecto, ni reportaje.....solo con la luna....es lo mejor!
Un abrazo
Khabiria dijo…
Por cierto Jorge, gracias por tu link, hice lo propio en el mio....Un beso
Marian dijo…
Yo anoche estuve un raaato viéndola... ¿Tú puedes ver el conejo de la luna? :)

Ahh gracias por tu visita el mi blog... y por lo honesto xD jajaja

Un abrazo!
Barquisimetana dijo…
Que buen post de veras, como siempre, me puse algo :( con el post anterior donde te despedias por un mes, pero veo que no aguantaste o tuviste algo de chance.. La LUNA es espectacular, de verdad que no hay nada mejor que quedarse mirandola e ir descubriendo poco a poco como se mete en nuestra circulación...
Gracias por el consejo, la verdad es bien recibido y si alguyna otra cosa que me quieras aportar con respecto a QQSM te lo agradecería...
Un Beso Jorgillo y Saludos Guaros!!!
Anónimo dijo…
Uao Jorge qué bello tu post, de verdad. Muestras a través de él la persona sencilla que eres y, por lo menos en mi caso, me transmitiste la tranquilidad que te invadió en ese momento, bueno...al menos una mínima parte, para no exagerar.
Qué cierto es cuando dices que una situación así no se compara con ninguna, y menos que cualquier obligación o problema que uno tenga que enfrentar en la semana puede minizar una experiencia semejante, por más ínfima o trivial que pueda resultar a algunos.
Qué rico es estar en silencio y en paz. Qué rico es haber presenciado una escena como la que describes. Qué rico es compartirla con nosotros con la humildad con la que lo haces y qué rico es tener la dicha de conocerte.
Felicitaciones George!, continúa así, escribiendo cuando puedas, pero divirtiéndonos a cada momento.
TQM, beso!
Anónimo dijo…
Un post sencillamente excitante, papacito...
Vamos a ver cuándo me haces mirar la luna llena desde la ventana de tu habitación...
Vanecha.
Un sentido un placer indescriptible al leer este relato.

Gracias...
Anónimo dijo…
¿qué hiciste con la luna que te regalé hace tiempo? ¿lo recuerdas?

BESOS y LUNAS

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