De todo un poco (III)
¡Se fue otro semestre!
Y yo sobreviví. Que cómo lo hice, no tengo ni la menor idea. Lo cierto es que bueno... terminé el octavo y lo terminé relativamente entero. Eso sí, necesito echarme una buena cura de sueño para recuperar el cerro de horas que dejé de dormir por andar estudiando o escribiendo trabajos. Luego de eso, pensaré en echarme una escapadita a la playa (¡ya basta de andar color rosado apio, mano!) y una que otra rumbita por ahí.
Y hecho eso, a leer cuanta teoría me caiga en las manos para ayudar a escribir el marco teórico de la hermosa tesis en la que RJ y yo nos embarcamos. Ya les contaré cómo va saliendo esa criatura. Por cierto, nuestro tutor nos sugirió que en algún momento hagamos un encuentro de blogueros por ahí. Apenas le demos forma a eso, RJ y yo, desde nuestros respectivos blogs (el suyo se llama Mi Mente en Letras), los convocaremos. No sólo para conocernos sino para recabar información relativa al tema, del que ya les hablé en posts anteriores. Así que ya saben. Y a los lectores, disculpen que me haya desaparecido tanto tiempo pero ni modo.
Otra noche de luna llena
Anoche la luna volvió a mostrar su máximo esplendor y yo volví a quedarme hipnotizado al verla. Me puse reflexivo y un poco nostálgico mientras la veía. Se fue un semestre, quizá el más duro de la carrera, pero no me siento con motivos de celebrar nada. Si tuviera que resumir lo que sentí anoche, podría decir que es simplemente un enorme suspiro de alivio.
El mundial terminó (¡espero no encontrarme con demasiados hinchas atorrantes de Italia, jijiji!) y ahora quedará el típico vacío que dejan los grandes eventos deportivos una vez terminados. Pero como todo, ya llegará algo que ocupe ese espacio y todos regresaremos a nuestras respectivas rutinas.
Hubo una reflexión inesperada que la luna puso en mi cabeza: creo que ya estoy listo para buscar novia. Me parece que ya puedo sacar de la nevera la parte sentimental que todos tenemos y ver qué sale por ahí. Aparte de que la chica sea gordita (que al fin y al cabo eso tampoco importa mucho), inteligente, con mucho sentido del humor, tierna y simpática, lo que realmente quiero en una mujer es que se entregue del mismo modo que yo estoy dispuesto a entregármele. Nada de amor en cuentagotas. Uno no se empata "para ver qué pasa", eso de andar experimentando no sirve ni dura mucho en el tiempo. Si te enamoras, aspiras a que te correspondan. Que la persona te quiera como tú la quieres. Uno no va a andar diciendo "Te amo" sin otorgarle un sentido completo y sincero a esa frase, que para mí es sagrada.
Tan sagrada es, que la última vez que la usé fue hace más de un año. No he vuelto a decírsela a nadie y ahora siento la necesidad de volver a usarla. Pero más falta me está haciendo que alguien me la diga a mí. Quién sabe cuánto tiempo más pasará hasta que esto ocurra. Por lo pronto, creo que estas vacaciones pueden ser útiles para empezar a buscar a ver si encuentro. Amanecerá y veremos.
¡Qué cabezazo más sabroso!
El de Zidane a Materazzi. El juego de la final me pareció chimbo en términos futbolísticos. No me pareció un partido digno de dos equipos finalistas, aspirantes al premio más importante dentro del mundo del fútbol. Pero ese cabezazo...
Los que no vieron el partido se perdieron de un cuadro que más o menos fue así: Materazzi, defensa italiano, estaba cubriendo a Zinedine Zidane en el área chica italiana. Zidane se fue caminando en dirección al centro de la cancha y Materazzi le dijo algo. Zidane lo oyó, se volteó, le dio un cabezazo marranero en el plexo y lo derribó. Qué le dijo el defensa italiano al jugador francés es aún tema de conversación en la calle pero lo ocurrido ahí me dio para pensar en el fútbol italiano y sobre todo, sus seguidores en Venezuela.
El fútbol italiano jamás me ha agradado por lo defensivo que es y la verdad, hay hinchas de la selección italiana a los que no trago por lo cerrados que son. Son malos perdedores y peores ganadores. Y, bueno, nadie puede culparme de odiar tanto a la mayoría de la hinchada italiana. Por eso me encantó el cabezazo de Zidane: porque en ocasiones me ha provocado hacerle lo mismo a más de un hincha ridículo de Italia. ¡¡MUERTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!
Por último...
Espero poder escribir por aquí un poco más seguido ahora. Y espero también no tener que desaparecerme tanto tiempo de la blogósfera. Esto de escribir por aquí se ha vuelto una necesidad, más que un hábito. Y espero, sobre todo, no haber perdido lector@s por estar ausente tanto tiempo. Así que si tú, estimado lector, has lelgado al final de este post, acepta mis disculpas por no haberme aparecido por aquí tanto tiempo. Trataré de que no se repita.
Y yo sobreviví. Que cómo lo hice, no tengo ni la menor idea. Lo cierto es que bueno... terminé el octavo y lo terminé relativamente entero. Eso sí, necesito echarme una buena cura de sueño para recuperar el cerro de horas que dejé de dormir por andar estudiando o escribiendo trabajos. Luego de eso, pensaré en echarme una escapadita a la playa (¡ya basta de andar color rosado apio, mano!) y una que otra rumbita por ahí.
Y hecho eso, a leer cuanta teoría me caiga en las manos para ayudar a escribir el marco teórico de la hermosa tesis en la que RJ y yo nos embarcamos. Ya les contaré cómo va saliendo esa criatura. Por cierto, nuestro tutor nos sugirió que en algún momento hagamos un encuentro de blogueros por ahí. Apenas le demos forma a eso, RJ y yo, desde nuestros respectivos blogs (el suyo se llama Mi Mente en Letras), los convocaremos. No sólo para conocernos sino para recabar información relativa al tema, del que ya les hablé en posts anteriores. Así que ya saben. Y a los lectores, disculpen que me haya desaparecido tanto tiempo pero ni modo.
Otra noche de luna llena
Anoche la luna volvió a mostrar su máximo esplendor y yo volví a quedarme hipnotizado al verla. Me puse reflexivo y un poco nostálgico mientras la veía. Se fue un semestre, quizá el más duro de la carrera, pero no me siento con motivos de celebrar nada. Si tuviera que resumir lo que sentí anoche, podría decir que es simplemente un enorme suspiro de alivio.
El mundial terminó (¡espero no encontrarme con demasiados hinchas atorrantes de Italia, jijiji!) y ahora quedará el típico vacío que dejan los grandes eventos deportivos una vez terminados. Pero como todo, ya llegará algo que ocupe ese espacio y todos regresaremos a nuestras respectivas rutinas.
Hubo una reflexión inesperada que la luna puso en mi cabeza: creo que ya estoy listo para buscar novia. Me parece que ya puedo sacar de la nevera la parte sentimental que todos tenemos y ver qué sale por ahí. Aparte de que la chica sea gordita (que al fin y al cabo eso tampoco importa mucho), inteligente, con mucho sentido del humor, tierna y simpática, lo que realmente quiero en una mujer es que se entregue del mismo modo que yo estoy dispuesto a entregármele. Nada de amor en cuentagotas. Uno no se empata "para ver qué pasa", eso de andar experimentando no sirve ni dura mucho en el tiempo. Si te enamoras, aspiras a que te correspondan. Que la persona te quiera como tú la quieres. Uno no va a andar diciendo "Te amo" sin otorgarle un sentido completo y sincero a esa frase, que para mí es sagrada.
Tan sagrada es, que la última vez que la usé fue hace más de un año. No he vuelto a decírsela a nadie y ahora siento la necesidad de volver a usarla. Pero más falta me está haciendo que alguien me la diga a mí. Quién sabe cuánto tiempo más pasará hasta que esto ocurra. Por lo pronto, creo que estas vacaciones pueden ser útiles para empezar a buscar a ver si encuentro. Amanecerá y veremos.
¡Qué cabezazo más sabroso!
El de Zidane a Materazzi. El juego de la final me pareció chimbo en términos futbolísticos. No me pareció un partido digno de dos equipos finalistas, aspirantes al premio más importante dentro del mundo del fútbol. Pero ese cabezazo...
Los que no vieron el partido se perdieron de un cuadro que más o menos fue así: Materazzi, defensa italiano, estaba cubriendo a Zinedine Zidane en el área chica italiana. Zidane se fue caminando en dirección al centro de la cancha y Materazzi le dijo algo. Zidane lo oyó, se volteó, le dio un cabezazo marranero en el plexo y lo derribó. Qué le dijo el defensa italiano al jugador francés es aún tema de conversación en la calle pero lo ocurrido ahí me dio para pensar en el fútbol italiano y sobre todo, sus seguidores en Venezuela.
El fútbol italiano jamás me ha agradado por lo defensivo que es y la verdad, hay hinchas de la selección italiana a los que no trago por lo cerrados que son. Son malos perdedores y peores ganadores. Y, bueno, nadie puede culparme de odiar tanto a la mayoría de la hinchada italiana. Por eso me encantó el cabezazo de Zidane: porque en ocasiones me ha provocado hacerle lo mismo a más de un hincha ridículo de Italia. ¡¡MUERTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!
Por último...
Espero poder escribir por aquí un poco más seguido ahora. Y espero también no tener que desaparecerme tanto tiempo de la blogósfera. Esto de escribir por aquí se ha vuelto una necesidad, más que un hábito. Y espero, sobre todo, no haber perdido lector@s por estar ausente tanto tiempo. Así que si tú, estimado lector, has lelgado al final de este post, acepta mis disculpas por no haberme aparecido por aquí tanto tiempo. Trataré de que no se repita.
Comentarios
Saludos!! pasaré por acá más seguido... bye
asi q mucho exito en tu carrera.
Un abrazo
Me contenta mucho el que estés pensando en la posibilidad de abrirte nuevamente a una experiencia amorosa. No dudo que Dios te echará una manito en eso, y que traerá a tu vida a la chama que te mereces; personas tan lindas como tú deben ser recompensadas como les corresponde, con la misma cantidad de afecto, sinceridad y entrega que ofrecen a manos llenas.
Mis mejores deseos para ti. Sigue adelante con este blog, que sin duda es muy bueno y promete, y con todos los proyectos que tienes en mente. Muchísimo éxito en todo.
Me encantó conocerte y tener ahora esta linda amistad contigo; a Dios gracias por eso!
Cuídate mucho y nos estamos hablando.
Se le quiere!
Tenias tiempo sin escribir no? a buen post....
Que bueno que ya estes terminado tu carrera y ese semestre tan fuerte, porque sera que los 8vos sementres son los mas fuertes? Ojala ese amorsote llegue pronto porque se ve en tu corazon unas inmensas ganas de sacar como dices todo lo que tienes guardado en la nevera jaja me encanto esa frase.
No dejes de inscribirte en el salon el proximo año escolar...
Besos y abrazos desde el salon
La mae.-
Un abrazo :-)