¡Madre fiestón! (y II)

Con la luna llena de la foto como marco, el Blogstock se celebró, como ya les medio conté en el post anterior. Birras, gente, muchas ganas de conocernos y toda la disposición a pasarla de lo mejor. Ésos fueron los ingredientes de ese fin de semana, en donde los límites se los ponía cada quien, según si se sentía en ambiente o no.

Cero excusas. La música estaba, el clima también (¡qué frío tan hijo de la gran puta el que pegó en la madrugada, pana!) y el gentío. No hay sensación que se pueda comparar a la de verle la cara a gente a la que uno habitualmente lee. Es casi como "¡Oooohhh, conocí al pana que bloguea en tal página!" sin ponerse intenso. ;)

¿Qué más hubo aparte de los Henry Zakka, la bailoterapia y el trencito que relaté antes? Mucho, muchísimo más. No lo cuento todo porque 1.- el post se haría demasiado largo, 2.- ya han pasado dos semanas del guateque, y hay muchas y mejores reseñas que ésta y 3.- los que no pudieron ir no van a poder imaginarse 100% cómo fue la cosa por más que uno cuente hasta el menor detalle. Pero aquí va otro pasticho de lo más notable. Let's go.

Si te daba flojera irte al kiosco cervecero, no había problema. Así como hay heladerías que venden su mercancía en un punto fijo y hay carritos de helado para que el helado llegue hasta donde está uno, así mismo el Blogstock contó con un carrito... de cerveza.

Lo que falta es la musiquita de Efe

Sin contar de lado que por más buena que esté la rumba, tanta jodedera da hambre al final, quieras o no. Así que había papa también. Lo primero, unos ricos choripanes aderezados con su chimichurri. Banzai!

Choripaneando con el especialista, Depeco, Melvin,

la mae, dos panas invitados y Carman

Fósforo Sequera en plena descarga.

Esto fue en algún momento después de la choripanada

y antes del cuento del Latin American Idol

Hasta Latin American Idol tuvimos, en la persona del Gianko. ¿Se acuerdan, el que salió de las audiciones diciendo que el programa no estaba preparado para tanto sabor? Un chamo bien loco, desafinado al máximo pero que igual se robó el show y se lanzó algo así como una hora cantando él solo varias canciones en versión raspacanilla (Candy Candy, por ejemplo).

Así empezó su recital...

...así conquistó a sus fans...

...así hizo striptease...

...y así quedó

Ya casi al final, con el frío calando los huesos y la gente todavía llorando de la risa con el número de Gianko, se oyó el llamado del sancocho. A hacer colita, que la mariposa Hily nos iba sirviendo a cada uno nuestro plato, con derecho a repetición. El tamaño de la palangana no fue normal, y de hecho sobró casi la mitad.

Hily en plena faena

Ojo, que las que más bregaron para que ese sancocho quedara así de espectacular fueron Hily, la mae y Consuelo. Tenía de todo, costillas de res, verduras, bolitas de masa. Y estaba bien caliente, perfecto para el frío e ideal para los más rascados. Levantamuerto.

En fin, eso fue (casi) todo lo que hubo en el blogstock. Se quedó bastante en el tintero y, como dije antes, ya ha pasado tiempo de sobra para que la blogósfera esté llena de reseñas mejor hechas que ésta, dada la cantidad de gente que fue. Un señor rumbón que desde ya tiene pinta de que se va a institucionalizar. O sea que la cita es en Barquisimeto el próximo año. Allá nos veremos.

En cuanto a mí, lo menos que me imaginé fue salir de esa fiesta con novia, pero así fue. Mejor dicho, sí me lo imaginaba pero nunca se está listo para vivir algo así por más que uno se mentalice. Obvio, me mentalicé bastante y de nada sirvió: te enamoraste y prepárate para emocionarte como si fueras un colegial. Así me pasó a mí...

Mae y yo.

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