Mi último post del año

A la hora de poner en la balanza lo hecho en un año que se va, lo ideal sería que cada quien se hiciera un examen de conciencia en detalle, para no dejar ninguna acción por fuera y poder trazar una especie de «plan de vuelo» a fin de que los deseos para el próximo año puedan llevarse a término.

Claro, eso es lo ideal.

Normalmente no ocurre así: la mayoría de la gente pasa una veloz revista al año que se va justo cinco minutos antes de las doce, con el buche de uvas en la boca y pensando por qué Dios no nos dio más brazos para poder abrazar a todo el mundo al mismo tiempo.

No meditamos con calma nuestros actos pasados y el resultado es que suelen quedar bastantes cosas en el tintero. Para un bloguero, esta situación es más o menos así a la hora de escribir el post de fin de año. Cero examen y mucho de escritura apresurada. O sea que acá va a faltar una pila de vainas por poner.

Pero igual aquí vamos: terminé (POR FIIIIIIIIIN, NO JOOOODA) mi carrera. Pasé roncha con la bendita tesis pero también me aprobaron la defensa y ahora lo que me queda es esperar al acto de graduación que, Dios mediante, será el 7 de febrero. Yes, yes, yesssssssss!!!

Progresé en mi relación personal con la mae de los blogueros. De hecho, ya tenemos maecito (o maecita) para el año que viene. Esto trae un cambio violento de planes para los dos y en esas estamos ahorita. De hecho, este post fue escrito en Barquisimeto. El cambio traerá consigo una mudanza casi segura para mí (¡otro barquisimetido más, jajajajaja!) y una nueva etapa personal a la que entré prácticamente sin transición aunque no sin ganas. Total, cuando tienes a tu alma gemela a tu lado, ¿qué carajo importan los tiempos en que se den las cosas? Las haces y disfrutas en el proceso.

En mi trabajo también tuve avances, gracias a Dios. Todavía le echo la madre al televisor cada vez que me toca monitorear al presidente hablando paja o, peor, cuando tengo que hacer algún resumen de La Hojilla. Pero es parte de mi trabajo y también me pagan por eso. Cálatela, mijito.

A fines de este año llegó la noticia de que este que está aquí va a ser libretista para un programa piloto de Sony (sí, el canal de cable), así que a principios de año vendrán reuniones por ese lado y un reto más que afrontar, con ganas y nervios pero mucho optimismo.

No haré planes para el próximo año porque lo que me viene es pegar carreras antes de cerrar esta etapa de mi vida y dar inicio a la siguiente. Muchas cosas las iré resolviendo sobre la marcha y planificaré las cosas triviales, que son para las que aún tengo margen. ¿Lo demás? Cuando aprenda a moverme les iré echando el cuento.

Para terminar este mega-post, lo que sí puedo decir es desear un muy Feliz Año Nuevo a todos los que han llegado a leer hasta aquí. Eso, y pedir mucha salud y felicidad para todos ustedes. Que sus deseos se cumplan, que este año que se inicia sea muchísimo mejor que el moribundo 2007, que las colas pa’ comprar leche, azúcar, caraotas, aceite y papel higiénico se terminen. Y si no se terminan, que no se ladillen tanto al hacerlas. Que todos tengamos energías de sobra —y buena disposición— para hacer frente a los retos que tenemos por delante. Y que nos sigamos leyendo desde nuestras blog-trincheras. He dicho.

Comentarios

Unknown dijo…
Sabes que a veces las mejores cosas son las que no se tenía planeadas?...me alegra que tu año cierre en positivo y con muchas expectativas para el próximo...éxitos prosperidad y paz...
Un abrazo
Anónimo dijo…
Cariño!! Te deseo lo mejor para ti y para los tuyos!!

El mejor de los exitos!! :( Te vas!!?? Eso me pone algo triste pero es para mejor!! Asi que pa`lante!!

Cuando vaya para Bqto te avisare para vernos!! Un mega beso!

Cuidate mucho!!
Noor! dijo…
feliz año!
prosperidad y mucha suerte....

a disfrutar de estos nuevos cambios y proyectos....

saludoxxx!

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