Feliz día… ¿de qué?
Ojo, no reniego ni me quejo por ser hoy el Día de San Valentín. Hay muchísimas parejas que lo celebran y es un bonito modo de recordarse el amor que se tienen. Eso nunca se censura. Regalitos van, chocolates vienen, flores vuelan, globos de colores pasan, las sorpresas se multiplican, los novios de vaina tocan el piso con los pies, jejeje! Y pare de contar. Todo eso es muy bonito y da gusto verlo, así se tenga novia o no. A menos, claro, que seas un resentido de esos que reniega de su suerte por no tener pareja y, por ende, envidia a los que van por ahí agarrados de la mano. Si llegan a ver a Cupido, lo que les provoca es tener un bazuca a la mano o, manque sea, una ballesta y dejar al pobre angelito así: A esos especímenes lo que les sale es tomárselo con soda porque a todos nos llega, eso es seguro. Pero me desvié de lo que iba a decir. Es bonito ver a las parejas en ese plan, eso no se discute. El ramo de flores siempre se agradece, las tarjetas nunca caen mal. Tampoco cae mal ver a