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Mostrando las entradas de agosto, 2006

De Todo un Poco (V)

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¡¿Seducción de qué?! Es un lunes cualquiera. Para variar, ando atorado. Tengo prisa, las vacaciones me han hecho calcular mal el tiempo y ahorita, entre la morseadera y la ingestión abusiva de tele, se me ha hecho tarde para bañarme, almorzar e irme al trabajo. Me voy disparado al baño y me doy cuenta que el jabón se me terminó. Echo pestes contra el planeta porque me acuerdo que también se me acabó la reserva de jabón. Total, que termino explorando en el closet donde mi mamá guarda los jabones que mi papá compra para ambos. Encuentro un paquete de esos que juntan los jabones en grupos de tres. Lo rompo y saco uno. Entonces me pongo a leer la etiqueta. Vacilo entre la risa y el desdén al leer. ¡Qué ridiculez, vale! ¡¿Cómo es esto, pana?! Jabón (su nombre) – Seducción de Chocolate. Y bien chiquitico debajo decía: “Con vitaminas de fresa”. Incrédulo, me pongo a leer a toda mecha los ingredientes del jabón de marras porque todavía no me creo que un fabricante de jabones sea tan ridículo c

En el restaurante

Este sábado estaba almorzando con mis padres en un restaurante de esos que venden la comida por peso. El menú es variado, sabroso y sobre todo, muy sano. El que quiera, puede escoger entre comer pollo, carne, pasta, granos o varios tipos de ensalada. Al final, se le cobra según lo que pese la ración. En un sitio así, con el gentío haciendo cola, apareció un hombre que parecía un modelo. Alto, delgado pero con un cuerpo esculpido por horas de dieta y gimnasio. Blanco; se notaba que hacía poco había estado en la playa. Vestido a la moda y con ropa cara. En términos femeninos, el tipo estaba bello y bien bueno. Justo detrás de él entró una muchacha que parecía salida de alguna revista de modas. Más baja que el hombre que entró antes, era dueña de una cintura mínima. Caderas amplias, redondas, perfectas, enfundadas en un pantalón de cuero color vino tinto. Sandalias de moda, que dejan ver unos pies perfectamente cuidados. Igualmente cuidados eran su cabello y su maquillaje. La muchacha ten

Tanka por la paz

Después del tráfago de las campañas por el papito bloguero y anunciados ya los ganadores, los blogs vuelven poco a poco a sus rutinas normales. El mío iba a entrar a un receso pero Khabiria me puso tarea y ya que la causa es muy justa, la hago ya. Actualmente en la blogósfera está rodando una cadena por la paz, un tema que nunca pasa por debajo de la mesa y menos en este momento, con el medio oriente encendido y a punto de explotar. Por ello los blogueros están escribiendo tankas por la paz a los que resaltan el tercer verso. Un tanka es una estrofa cuya estructura es de origen japonés. Consta de cinco versos y su métrica es 5-7-5-7-7. Es decir, el primer verso es de cinco sílabas, el segundo de siete, el tercero de cinco otra vez y los últimos dos tienen siete. ¿Cuál es la tarea? Escribir un tanka que arranque con el tercer verso de uno que Khabiria escribió y nos lanzó a Rufo, Carola y a mí. A ese tanka que yo escriba debo resaltarle el tercer verso y ponerle tarea a tres blogueros